Es importante conocer nuestras expectativas para saber con exactitud que cámara escoger. Ser realista a la hora de comprar una nos ayudará a llegar a donde queremos, y, a veces, a reducir costos, por ejemplo, no es necesario comprar la cámara más cara del mercado para fotografiar por diversión o hobbie.
2. Conocé y configurá tu cámara:
Es fundamental conocer nuestra cámara para aprovechar su máximo potencial. Incluso, una cámara compacta puede ser más eficaz de lo que pensamos. Informate sobre todas sus funciones y configurala a tu gusto.
3. Imaginar - planificar - fotografiar:
Resulta muy útil pasar tiempo contemplando fotografías, -ya sean ajenas o propias- para inspirarnos. A la hora de tomar una foto, imaginá lo que te gustaría lograr, buscá el mejor ángulo y no tengas miedo de experimentar con distintas luces, perspectivas, etc.
4. La cámara no define al fotógrafo:
Claro que no todos los equipos poseen la misma capacidad, pero esto no es todo. El simple hecho de tener una cámara costosa no nos asegura tomar buenas fotografías, al igual que tener una cámara sencilla no deternina que nuestras fotos no sean lo suficientemente buenas. La calidad de nuestras fotos, depende en un 90% de nuestros conocimientos, habilidad y ganas.
5. No busques tu estilo fotográfico:
El estilo fotográfico es una manera propia de hacer fotografía. Es aquello que hace que las fotos de cada artista sean únicas e irrepetibles, pero no es bueno apresurarse en buscarlo. Simplemente disfrutá de cada foto que tomes y el resto vendrá sólo. Acabar teniendo un estilo es una muestra de experiencia.
No dudes demasiado, sólo tenés que disparar todo lo que puedas. Se aprende a experimentar y ganar confianza haciendolo. Haz trabajar a tu cámara. Es la mejor manera de mejorar.
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